ya no necesito margaritas para amarte...
me pasaré el resto de mi vida deshojando tus deseos...
deshojando tus sueños, tus besos... deshojando tus noches de insomnio una tras otra hasta derrotarlas, hasta formar una guirnalda multicolor con todas ellas que nos alegre las tardes de otoño...
ya no necesito margaritas para amarte...
ya te estoy amando...
Deshojar margaritas es siempre un buen oficio.
ResponderEliminarJa, ja, ja... el deshojador que deshoje la margarita dorada buen deshojador será...
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